Aurora y Ocaso, desdichados amantes que viven separados el uno del otro, esperando encontrarse, al otro lado del mundo.
Aurora se asoma en el cielo cada mañana
para ver si puede encontrar a su amor perdido
desvanece la oscuridad de la mañana
con sus suaves y delicadas manos azules
sacude algunas nubes y hace cantar a las aves
en busca de su amor.
Hasta que se rinde y se convierte en el Sol
nadie la verá.
Más tarde Ocaso está esperando al otro lado del mundo
tambien mira a lo lejos buscando.
Las nubes, testigos mudos y crueles,
no le advierten de aurora
se limitan a huir en las alas del viento
y escabullirse a veces entre montañas
mientras Ocaso les arranca el alma
con sus colores naranja de ira,
morado de nostalgia,
amarillo de paranoia,
azul de tristeza.
Se le acaba el tiempo y se convierte en la Luna
todos lo amarán.
Aurora se asoma en el cielo cada mañana
para ver si puede encontrar a su amor perdido
desvanece la oscuridad de la mañana
con sus suaves y delicadas manos azules
sacude algunas nubes y hace cantar a las aves
en busca de su amor.
Hasta que se rinde y se convierte en el Sol
nadie la verá.
Más tarde Ocaso está esperando al otro lado del mundo
tambien mira a lo lejos buscando.
Las nubes, testigos mudos y crueles,
no le advierten de aurora
se limitan a huir en las alas del viento
y escabullirse a veces entre montañas
mientras Ocaso les arranca el alma
con sus colores naranja de ira,
morado de nostalgia,
amarillo de paranoia,
azul de tristeza.
Se le acaba el tiempo y se convierte en la Luna
todos lo amarán.
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