





Cada mañana despertaba sin memoría de cualquier cosa ocurrida el día anterior.
El alma ensombrecida por los sueños.
Quizas era tan común y normal como todos los demás en su tiempo.
Y cierto día decidió no saber nada más...
(fragmentos perdidos)
... quitar la vista de la calle detrás del cristal y esperar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario